¿Cómo comunicar para transformar el entorno en oportunidad?

La expansión por el mundo del Coronavirus transformó rápidamente muchos aspectos de la vida cotidiana en general y nos impuso restricciones a la proximidad física. Nos tomó de imprevisto, nos descolocó y también nos hizo visualizar algunas capacidades que teníamos y no le prestábamos atención. De golpe nos encontramos tratando de compatibilizar los desafíos cotidianos, los asuntos domésticos, nuestras profesiones y emprendimientos. ¡Cuantos desafíos!
Como nunca antes ha quedado claro que las acciones individuales son determinantes del bienestar de muchos. Por otra parte, el acceso a medios tecnológicos nos da una ventaja frente a generaciones anteriores para mantener la conexión con otros, trabajar, adquirir productos o servicios de primera necesidad, acceder a productos culturales, entretenernos y estar cerca de quienes nos importan. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los medios tecnológicos no son en sí mismos la comunicación.
Lo que puedes hacer para lograr una comunicación relevante
Independientemente de si somos personas, grupos, organizaciones o pequeños emprendimientos, comunicar es encontrarse. Lo que la comunicación pone en común son los sentidos, esto es, las ideas o significados construidos en el vínculo independientemente de si éste era o lo seguirá siendo fuerte o débil, constante o concreto, cara a cara o mediado. Comunicar es construir vínculos y compartir sentidos. Por eso, lo realmente importante y necesario es:
- Enfocarnos en lo que decimos y cómo lo decimos.
- Pensar quiénes son y dónde están la personas con quienes nos interesa dialogar.
- Tratar de identificar qué les preocupa y qué las motiva.
El diálogo es la base de toda comunicación y por eso es tan importante para cualquier negocio y fundamental para los emprendimientos pequeños y medianos.
Por eso, en momentos en que el marco no es certero, cuando hay varios escenarios posibles y muchos no son alentadores, tenemos que comunicar mejor para ser ágiles sin improvisar y plantearnos estrategias de comunicación que nos permitan transformar el entorno en una oportunidad.
¿Cómo lo hacemos?
Como en todo diálogo importa escuchar antes de hablar, tener en cuenta no solo lo que quiero decir, sino a quién se lo quiero decir y encontrar una forma pedagógica de decirlo.
El intercambio de experiencias, de conocimientos, el análisis de la propia situación, las formas que identificamos para resolver problemas que pueden ser comunes constituye un camino para mejorar la comunicación. Lo que nos identifica nos construye como comunidad. No debemos perder de vista que nos comunicamos todo el tiempo, aún cuando callamos. En este sentido, en un momento de gran cantidad de información como el que estamos viviendo tu comunicación debe sumar valor. Por eso mismo, es una buena estrategia mantenerse en silencio si no se tiene nada relevante para decir.
La manera más eficiente de generar conversaciones es planificar, procurar ser relevantes y solidarios, no lanzar palabras vacías pero ponernos en acción. En todos los casos siempre ten presente que los resultados desde la comunicación no son lineales, ni inmediatos. Ten paciencia.
¿Qué te parece importante para desarrollar una buena comunicación? ¿Cómo lo haces? Nos encantaría saber que opinas. ¡Hasta la próxima!