Solidaridad emprendedora

Ser solidario y compartir siempre se siente mejor para quien da que para quien recibe. Cuando se comparte conocimiento también se aprende.

Ser solidario y compartir siempre se siente mejor para quien da que para quien recibe. Cuando se comparte conocimiento también se aprende.

En el diálogo con otros adquirimos nuevas experiencias. No son sólo contenidos los que circulan son los significados y los modos de ser y estar en el mundo.

Como emprendedora podrías pensar: «es mi trabajo, no puedo regalarlo, vivo de ésto» pero, piénsalo bien: ser solidaria no significa regalar el trabajo ni lo que vendés, es una actitud frente a la comunidad.

¿Cómo traducir mi solidaridad en algo tangible? Podés compartir otros aspectos de tu conocimiento, tu experiencia como emprendedora, como madre, como estudiante, compartir conocimiento sobre una herramienta que te facilita la tarea, la planificación o un método para resolver asuntos cotidianos de la vida y así tener más tiempo para dedicar a tu emprendimiento.

Hay muchas opciones. No es tan difícil identificarnos con una causa que nos sea grata, interesante o que consideremos necesaria y aportar desde nuestro lugar –por ejemplo– a su difusión, a reunir fondos o contactos que sean valiosos para sumar sus voces, manos o corazones que contribuyan con el objetivo.

En tiempos de dificultades ser solidario es un valor para destacar. Se puede ser solidario de muchas y diferentes maneras. Y, no cabe duda, es algo que recordará tu comunidad y por lo cual te recompensará de un modo u otro en el futuro.